jueves, 28 de junio de 2012

Historia imperdible:

En la unidad de Terapia Intensiva los pacientes simpre fallecían en la misma cama, los domingos por la mañana a eso de las 11 horas, independientemente de su condición clínica. Esto extrañó muchísimo a los médicos y hasta hubo quien le atribuyó alguna característica sobrenatural. Nadie pudo resolver el misterio de las muertes dominicales a las 11, de modo que se estableció una Comisión Interdisciplinaria para investigar los hechos.
Al siguiente domingo por la mañana, algunos minutos antes de las 11 todos los miembros de la Comisión esperaban impacientes en una habitación adyacente para ver con sus propios ojos el terrible fenómeno. ¡Y sucedió! Justo cuando el reloj dió las 11 apareció Florencio Gonzalez, el empleado de limpieza de los domingos, entró a la unidad de Terapia Intensiva con su aspiradora industrial, fue tranquilo a la cama en cuestión, desenchufó el cable que alimentaba los equipos de supervivencia, enchufó su aspiradora y se hubiera puesto a trabajar lo más tranquilo si todos los miembros de la Comisión no le hubieran caído encima vociferando al unísono.

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